En primer lugar, es crucial recordar que el propietario de un inmueble es responsable del pago de la cuota de la comunidad, incluso si el contrato de alquiler establece que corresponde al inquilino.
Si un propietario no paga la cuota, la comunidad puede tomar medidas legales. Estas pueden incluir una reclamación para el pago de la deuda, tanto de manera extrajudicial como judicial. Además, el propietario moroso puede ser privado del derecho a voto en las juntas de vecinos.
Antes de llegar a acciones legales, la comunidad suele intentar resolver el problema de manera amistosa, comunicando al propietario su deuda y recordándole sus obligaciones mediante cartas y comunicaciones formales. Sin embargo, si estas medidas no tienen éxito, la comunidad puede recurrir a la vía judicial para obtener el pago pendiente.
Es importante destacar que, a pesar de la deuda, el propietario moroso no puede ser privado del acceso a los servicios comunes del edificio.