Aunque los buzones se ubiquen en zonas comunes, cada propietario tiene el control exclusivo de su propio buzón. Estos elementos son considerados tanto comunes como privativos, lo que significa que los gastos de mantenimiento dependen de la naturaleza de las reparaciones necesarias.
La instalación de nuevos buzones o las reparaciones que afecten a todo el conjunto son responsabilidad de la comunidad de propietarios.
Sin embargo, cada propietario es responsable de conservar y mantener su buzón en buen estado. Esto implica que cualquier daño causado, ya sea por mal uso o desgaste, debe ser reparado por el propietario respectivo.
Cuando se trata de daños causados por actos vandálicos, la comunidad puede recurrir al seguro del edificio para cubrir los costos de reparación.
En resumen, la comunidad es responsable de las reparaciones que afecten a todos los buzones, mientras que los daños individuales en un buzón específico son responsabilidad del propietario correspondiente.